El día del nacimiento de Dana, la comadrona nota algo extraño en la mirada de la niña pero no dice nada. Seis años después Dana conoce a un chico llamado Kai de quien se hizo muy amiga. Se veían muchas veces, cada vez más y solían ir al bosque a explorar, ver los animales, o coger frutos silvestres. Kai iba todos los días a la granja ayudar a Dana hacer sus tareas, para terminar cuanto antes, y poder ir a jugar. Un día a Dana se le hizo tarde el juego y volvió lo más rápido que pudo a cenar a casa. Su madre la recibió pegándole una torta hasta que ella le dijo que había estado con Kai. Sus hermanos empezaron a decirle que Kai no existía, que solo ella podía verle, con razón Dana no sabía nada de él, solo que se llamaba Kai. Dana asustada por los comentarios de sus hermanos se fue a pasar la noche al granero. En ese momento apreció Kai. Este se le explicó todo y le dijo que si quería, él podría irse para siempre. Dana quiso que se quedase.
EL VALLE DE LOS LOBOS. CAPÍTULO 1.
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El Valle de los Lobos.
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